Me gusta conducir...y no es un anuncio de un coche
Cuando cumplí los dieciocho y me fui a Madrid, mis padres me decían que tenía que sacarme el carnet. Yo paso les decía, a mi eso no me interesa. Mi padre, muy sabio él, me dijo: ya te gustará ya...
Y qué razón tenía!! Desde que apareció la bala roja delante de mis ojos ya no quise bajarme de ella
No sólo te da libertad para moverte donde y cuando quieras, para mi, es el momento de calma del día. Mientras conduzco pienso, pongo la música alta, abro la ventanilla ( cuando el tiempo lo permite) y me dejo llevar...
Me gusta cantar a gritos, bailar y reproducir conversaciones ( reales o imaginarias) mientras conduzco. Me invento mil aventuras durante el trayecto, gran parte de mis coreografías salen de viajes en el coche. Me gustaba mucho volver de las clases en Madrid al atardecer, dejando el sol a mis espaldas, me subía a un escenario y bailaba...o sentía que esa carretera me llevaba a la playa, no hay día que no conduzca y no asome una sonrisilla imaginando mil destinos
Ahora, unos años después, llevo recorridos muuchos kilómetros, el coche, mi fiel escudero, ahora uno negro, me ha llevado a cruzar media Europa, casi toda España sin rechistar, con sus caballos al galope y su suave rugido que me transporta. Hemos pasado mil y una aventuras, experiencias buenas, malas y algunas extraordinarias
Y, aunque en realidad lo que me gusta es conducir cualquier cosa
Sigo cabalgando por el asfalto esperando nuevas aventuras, muchas reflexiones y, por qué no, que llegue mi ansiado TT rojo descapotable para vivirlo de otra manera
Buen viaje...
http://youtu.be/otXGqU4LBEI
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