Sé que no es temporada de setas, pero cada vez que abro el congelador y veo los botes digo...uff, es impronunciable...
La que me han dado todo el invierno, setas solas, setas a la vinagreta, setas en la sopa, setas con revuelto...vaya que hay infinitas posibilidades...
Este otoño, al llegar a Polonia nos agenciamos un guía polaco y nos adentramos en el bosque cual exploradores salvajes...

Yo no sabía que esto era tan duro... caminar, caminar, agacharte, cortar, inspeccionar y decidir, buena o no...yo sabía cómo comerlas, pero ya si se pueden comer o no...
Hay muchos tipos de setas: boletus, de caña, carbonera, de cardo, seta ostra, pleuroto amarillo, shii-take...




Tuvimos que lidiar con los primeros fríos del este, pero en general fue una buena experiencia. Nos llevamos como diez kilos y el gran secreto de Pawel, meterlas en la lavadora (primer problema de idioma), es decir, en la nevera
Llegué a soñar con ellas y todo...
Otro día os contaré la vez que encontramos unas setas...muy divertidas...jijijijij
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